Se acabó el veranito

Aunque quede algo de calor se nos acaba el verano. Volvemos a las tardes cortas en las que parece no darte tiempo de hacer nada, ir o volver del trabajo de noche, según el turno. Para mi realmente deprimente, no hay nada como la luz del sol, la alegría del verano y la primavera, los dís largos y el calorcito (aunque no demasiado). Yo como sevillana estoy acostumbrada al solecito y el calorcito pero odio el frío y la sombra de los nublados, deprimen el ánimo.

Y qué me dices de llevar encima más capas que una cebolla, para entrar en cualquier sitio y empezar a quitarte cosas de encima, que por supuesto, tienes que cargar con ellas o apilarlas con las de los amigos u otras personas como en un mercadillo.

Bueno pues habrá que ir haciéndose a la idea porque tanto en Badajoz como en Sevilla pasamos del calor al frío sin tregua, no te da tiempo a acostumbrarte.

No sé que sería de mi en el norte.

La noche es para dormir

Cada día pienso más que la noche se ha hecho para dormir, no para trabajar. Esta noche me toca y no tengo ganitas ninguna. 10 horitas larguísimas, en las que para algunas personas (usuarios)no podemos ni ir al baño, ni comer y por supuesto no cierres un ojo ni para pestañear. Creo que la mayoría de profesionales enfermeros saben lo que deben y pueden hacer en cada momento.
Las tres primeras horas se pasan más o menos bien, pero y cuando llegan las 3, las 4, crees que las agujas del reloj no se mueven. La peor hora son las 5-6 ahí el cuerpo te dice ya no puedo más, independientemente de si tienes más o menos trabajo. Siempre agradeces la noche en que todos duermen plácidamenete y puedes pestañear un ratito para que no se te sequen los ojos. Y a las 7 corre que te corre con el último empujón de tareas, para que encima el relevo llegue con la hora pegada al culo. Luego sales con los ojos hinchados para conducir media hora.
Menos mal que tengo la suerte de llegar a casa y enroscarme en mi camita hasta que el cuerpo quiera.
Mañana será otro día!!